En la actualidad, una colección no está determinada por la cantidad de piezas que la conforman. Hoy, una colección se compone de piezas con sus imágenes y la información extensiva de cada ejemplar; todo esto armado dentro de un soporte accesible e indexado correctamente. La información es casi tan valiosa como el elemento en sí.

Un acceso rápido, práctico y completo a los datos de la colección es una poderosa herramienta de conocimiento, incluso a la hora de negociar la compra o venta de algún ejemplar. Una pieza clasificada se destaca por encima de aquellas que deben ser estudiadas individualmente. La correcta identificación brinda un pedigre que perdura por generaciones. 

El servicio de catalogación de colecciones permite contar con el detalle extensivo de cada pieza de nuestra colección. 

Dado que la dificultad de catalogación es absolutamente variable en función de parámetros como estado y rareza, cada proyecto se cotiza en forma particular, no existiendo un costo unitario, sino un costo medio dependiendo de las dificultades que cada colección implica. Esto se entiende como el paso natural de cada coleccionista y separa al acumulador del verdadero numismático, entendiéndose el costo como una inversión necesaria para la colección en su conjunto.