Colección Lucas Scialabba

Descripción

Una Larga espera por Lucas Scialabba

 

Esta pieza es realmente muy importante para mi y para mi colección, de hecho es una pieza única y la que más esperé para tenerla en mis manos, para poder tocarla.

No fue fácil, no había método de envío, por más caro que fuera, que acelere encontrarme con ella. Solo quedaba esperar, pero era una espera llena de angustia.

Resulta que mi hijo Juan era el portador de la misma. Una noche después de tomar un vaso de agua, me dice “me tomé una moneda”.

Juan tenía 4 años en ese entonces y la verdad es que dudamos con mi mujer en que fuera cierto. Lo veíamos bien, respiraba normal. Uno espera ver a un niño asfixiándose al tragarse cualquier cosa.

Fuimos a la guardia por precaución, finalmente tras larga espera en horas de la madrugada y mediante placa, se veía perfecto la moneda. Estaba en el intestino.

Un dieta rica en fibras para que vaya mucho de cuerpo y a esperar que salga. No pasó. Tuvimos que volver a la guardia, otra placa, seguía en el mismo lugar.

A esta altura ya estábamos bastantes preocupados por más que el estaba normal. A los 5 días nos derivaron a un especialista. El tema era que al ser tan chico el paso del intestino al estómago es mas pequeño que una moneda. Nosotros no sabíamos que moneda era, podía ser una de mi colección, esas que están “a mano” porque falta catalogar o son recientemente adquiridas y quedan ahí, pero le mostré las monedas de circulación y el me indicó que era la de un peso bimetálica. ¿Sería de algún vuelto?

En ese momento las opciones eran las siguientes, esperar hasta que se cumpla el mes y si no salía había que intervenirlo.

La preocupación creció. Estábamos a la espera de que fuera al baño para encontrar el tesoro en algún momento.

Se acercaba la fecha límite y no había novedades. Para peor, el médico nos decía que generalmente al anestesiar a un niño los órganos se relajan y la moneda pasa esa traba que existe entre intestino y estómago. Entonces no encuentran nada y de nuevo hay que esperar a que sólo la expulse de su cuerpo.

Dos días antes de tener la fecha para la intervención, Juan la despidió. Así como en una búsqueda del tesoro, la felicidad al encontrarme con esta pieza fue increíble y Juan también lo estaba.

Casi un mes dentro de Juan, generando una pátina de jugos gástricos única y una historia con final feliz para contar.

 

 

Mi agradecimiento, por DDR

 

Con respecto a esta pieza en particular he recibido varios comentarios de coleccionistas que la vieron expuesta sin la correspondiente historia.

Los comentarios fueron, Che, Lucas no se jugo nada con la pieza… lo que me dio pié a disfrutar justificando su inclusión.

Por un lado esto no es una colección de piezas, es una colección de amigos, las piezas pueden tener valor cero y esta en mí como fotógrafo y creador de la colección lograr la puesta en valor de las mismas destacándolas con las imágenes y presentando al amigo.

Que Lucas incluyera esta pieza tan especial para él, sin dudas es un honor, porque de todas sus piezas esta es la que mas connotaciones personales del tipo emocional contiene.

Por lo tanto no solo Lucas es merecedor de mi agradecimiento, si no que Juani, tiene una buena parte del mérito.

Gracias a los dos!